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Los Cristianos es el sur de Tenerife con mayor número de habitantes |
ESPECIAL/informedigital24. El
auge experimentado por el turismo en los últimos decenios en la Isla se ha
dejado sentir en la cantidad de población residente en el sur de la Isla. El
aumento de turistas, en paralelo a la edificación de nuevas construcciones
hoteleras y a la modernización de la planta más obsoleta, ha tenido como
resultado una mayor concentración poblacional que vive al socaire de la
principal industria de las Islas.
Según
datos del Instituto Canario de Estadística, a los que ha tenido acceso DIARIO
DE AVISOS, en los últimos 20 años la población sureña se ha incrementado en
156.000 personas, pasando de 124.000 habitantes en 1994 a 280.000 en el censo
de 2014. Estas cifras suponen que el número de personas que habitan desde
Candelaria a Santiago del Teide -sin contar los turistas que nos visitan- se ha
multiplicado por 2,25 en dos decenios.
Todos
los municipios han ganado habitantes, aunque su comportamiento es desigual. El
salto mayor lo protagonizan Adeje, cuya población prácticamente se ha
cuadruplicado, y Arona, que ha multiplicado por tres el número de residentes.
Es, precisamente, el municipio aronero el que lidera el ranking de habitantes
de toda la comarca sur, con 80.000 personas. Adeje ocupa el segundo lugar con
47.000. Estas cifras revelan que la buena salud del sector turístico funciona
como un polo de atracción en forma de oportunidades de trabajo.
Llama
también la atención la evolución de otros tres municipios: Granadilla, San
Miguel y Candelaria. En los tres casos con menor presión turística, pero
consolidando una clara tendencia al alza. Granadilla, que ha experimentado un
notable desarrollo en infraestructuras industriales y tecnológicas, es el
tercer municipio más poblado del Sur (43.500) y su número de habitantes se ha
duplicado con creces respecto al censo de 1994. En la zona sureste, Candelaria
es la localidad con mayor tirón. Los 11.700 habitantes de hace dos decenios se
han convertido en 27.000. No hay más que echar un vistazo a la proliferación de
edificaciones recientes -el boom de la construcción vivió aquí uno de sus
episodios más sólidos- para comprobar que este ha sido uno de los asentamientos
preferidos por buena parte de la población, especialmente la proveniente de
otras zonas del Valle de Güímar y del área metropolitana. Otro de los casos más
llamativos es el de San Miguel de Abona. Su crecimiento ha sido notable. Donde
vivían apenas 6.000 personas hace 20 años, ahora lo hacen 16.500, es decir, que
su población casi se ha triplicado. El afianzamiento de su planta turística (es
el cuarto municipio con más camas) y la creación de uno de los núcleos
industriales más importantes del Sur, Las Chafiras, explican el tirón que ha
registrado el censo. En este grupo también aparece, aunque con unos datos algo
más moderados, Guía de Isora, que ha pasado de 13.000 habitantes a 20.000.
Al
otro lado de la balanza nos encontramos los municipios que mantienen una cierta
estabilidad, con mínimos incrementos. Es el caso de Vilaflor, con 1.715
habitantes, apenas 116 más que en 1994; Fasnia, que cuenta con 2.846, 446 más;
y Arafo, que suma 5.464, un millar más. Con un crecimiento algo más acusado,
figuran: Arico, con 7.670 residentes (2.840 más); Güímar, con 18.751 (3.396
más) y Santiago del Teide, con 10.468 (3.903 más).
Los casos de Vilaflor y Santiago del Teide
–
Las cifras del Instituto Canario de Estadística (Istac) revelan algunos datos
significativos que podrían empezar a marcar un cambio de tendencia en algunas
zonas. Si realizamos un análisis comparativo tomando como referencia el último
decenio, el comportamiento sobre la evolución de la población vendría a ser muy
similar, con dos excepciones: Vilaflor y Santiago del Teide.
–
Ambos municipios son los únicos que han perdido habitantes en los últimos 10
años. En el caso del pueblo más alto del país, ha perdido 180 personas,
mientras que Santiago del Teide, a pesar de contar con una importante planta de
alojamientos turísticos (Los Gigantes y Playa de La Arena, fundamentalmente),
ha visto cómo el número de residentes ha descendido en 309 respecto al censo de
2004. Dos datos que contrastan con la tendencia general de toda la comarca.
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