Miles
de sudafricanos de a pie hacían pacientemente cola este jueves en Pretoria para
rendir tributo a Nelson Mandela, acompañado en todo momento por un miembro de
su familia como manda la tradición, reseña AFP.
La
capilla ardiente de Mandela, fallecido el jueves a los 95 años, abrió por
segundo día en el edificio de la Unión de Pretoria, sede del gobierno y lugar
donde el líder sudafricano juró su cargo como primer presidente negro y
democrático de Sudáfrica en 1994.
Alejada
ya la lluvia que enturbió el martes las últimas horas de espera, a primeras
horas de la mañana la gente formaba una inmensa cola serpenteante de varias
calles enfrentándose a un sol de justicia.
El
cuerpo de Mandela yace en el centro del patio del edificio de la Unión, cubierto
por un toldo y en un féretro que permite ver la mitad superior de su cuerpo.
Un
miembro de la familia Mandela está constantemente a su lado, como manda la
tradición antes del entierro, algo en lo que pocos parecían haber reparado, por
lo que la televisión pública SABC pedía que se le dispensase un saludo.
“Una
parte de la familia está ya en Qunu”, donde tendrá lugar el entierro, pero
“otros están en Pretoria porque no podemos dejar solo a Madiba” (el apodo de
Mandela), dijo el portavoz de la familia, Temba Matanzima, a la emisora de
radio eNCA.
El
cuerpo de Mandela volvió a hacer el mismo trayecto que el miércoles entre el
hospital militar Uno y el gran edificio neoclásico de la Unión, una
construcción de 1913 situada en el punto más alto de Pretoria.
Un
auto fúnebre con el féretro, cubierto con la bandera sudafricana y escoltado
por motoristas, salió del hospital militar y recorrió los seis kilómetros que
le separan del edificio, donde se instaló la capilla ardiente.
“Se me eriza el pelo”
Como
ocurrió el miércoles, los sudafricanos aguardaban el paso del cortejo. “Se me
eriza el pelo. Es un cuerpo sin alma. Como cuando te dejan tus padres. Lloro
por mi presidente”, explicó Johanna Moyo, de 41 años.
Vicky
Joubert, de 40 años, blanca afrikáner, trajo a su hija de 11 años para que
viera pasar los restos de Mandela.
“Hizo
algo por este país que nosotros [los afrikáners no hubiéramos hecho fácilmente.
Tenemos que trabajar juntos o este país no funcionará. Pelear no ayuda”,
aseguró.
La
capilla ardiente de Mandela estará abierta este jueves y el viernes. El domingo
será enterrado en Qunu, el pueblo en el que pasó los años más felices de su
infancia y del que se tuvo que ir al morir su padre.
El
entierro culminará una semana de homenajes que tuvo su momento álgido, en
cuanto a repercusiones, en la ceremonia del martes en el estadio Soccer City de
Soweto, en Johannesburgo.
Los
abucheos al presidente Jacob Zuma, la foto distendida -demasiado, según los
críticos- que se hicieron el presidente estadounidense Barack Obama y el primer
ministro británico David Cameron con la primera ministra danesa, el apretón de
manos entre Obama y Raúl Castro y el “falso intérprete” de signos, han ocupado
gran espacio en los medios de todo el mundo.
El
falso intérprete, Thamasanqa Jantjie, que agitaba las manos durante el discurso
de Obama sin decir nada en lenguaje de sordos, dio una entrevista al diario The
Star en la que se justificó afirmando que sufre esquizofrenia y que tuvo un
ataque justo en ese momento.
Perdió
la concentración, empezó a oír voces y a alucinar. “No pude hacer nada. Estaba
solo en una situación muy peligrosa”, explicó. “Traté de controlarme y no
mostrar al mundo lo que ocurría. Lo siento mucho”, afirmó.
Cara
Loening, directora de la organización Educación y desarrollo del lenguaje de
signos de Ciudad del Cabo, dijo que Jantjie era una completa estafa y que
parecía más bien “que tratase de espantar moscas de su cara”.
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