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Los padres del joven asesinado |
ESPECIAL/informedigital24. A Heiker
Blanco, de 24 años, no le dieron tiempo de nada, pues lo sorprendieron por la
espalda y le dispararon seis veces cuando estaba agachado reparando una moto. El
crimen ocurrió a las 10 y media de la mañana del martes en un taller mecánico
ubicado en Caño Amarillo.
El
joven fue atacado por un pistolero que llegó al comercio y le descargó el arma. Presumen
que fue un cliente molesto, quien decidió matarlo al quedar inconforme con el
trabajo que le hiciera a su moto, pues el muchacho era mecánico especialista en
este tipo de vehículos.
Estaba
trabajando para reunir dinero y poder pagar su universidad. Eso dijeron sus
familiares, la mañana de ayer, cuando fueron a retirar el cadáver a la morgue
de Bello Monte.
Heiker
quería estudiar administración de empresas, pero como su familia es de escasos
recursos, tuvo que salir a trabajar para cumplir su meta.
"Aquí
se ha acabado la tolerancia, ya no se puede vivir ni andar en las calles, no
sabemos en quién confiar. Esto lo decimos por nuestro hijo y por muchos jóvenes
que son asesinados cada día en este país", dijeron los padres dolidos.
Así
como ellos, muy afligidos, llegaron a la medicatura forense los familiares de
Carlos Enrique Gamero Tortoza, de 24 años, la mañana de ayer. No paraban de
llorar y lamentar su muerte, ocurrida la madrugada del sábado.
Ellos
se enteraron de todo el martes en la tarde cuando acudieron a la morgue y
reconocieron el cadáver. Explicaron que el joven vivía en el bloque 4 de Monte
Piedad del 23 de Enero, con su abuelo y un tío La noche del viernes salió con
unos amigos y dijo que iba para una fiesta.
Primero
se detuvo en el bloque 7 y después se fue para el bloque 31, donde realmente
estaba la celebración pública.
Sus
parientes no supieron de él hasta las dos de la madrugada del sábado cuando se
comunicó vía PIN con unos amigos. En ese momento desapareció. Al día siguiente
comenzaron a rastrearlo y no hubo contacto. Su teléfono estaba apagado.
Los
familiares lo buscaron por varios lugares e, incluso, se comunicaron con los amigos
y estos les dijeron que no sabían nada de él. Lo cierto es que al joven se lo
llevaron sometido y lo asesinaron ese sábado por la avenida San Martín. Le
dieron varios impactos de bala.
Funcionarios
del Cicpc informaron a los deudos que el cadáver había sido ingresado a la
morgue la mañana del sábado. El muchacho vendía zapatos por catálogo y tenía
pocos meses viviendo en Caracas, pues era de Barlovento.
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