TENERIFE/ESPAÑA. Fernando Clavijo tiene un problema. Fueron tantas
las promesas que hizo a sus votantes de las islas para que lo nominaran a la
candidatura a la Presidencia y lo votaran que no las va a poder cumplir. No hay
cargos para todos. Ahora ha confesado a sus más inmediatos colaboradores que le
va a ser muy difícil controlar Coalición Canaria.
Que Coalición Canaria vuelva al insularismo es, sin
duda, un paso atrás. Un retroceso en su propia historia. Paulino Rivero había
logrado un partido nacionalista regional y cohesionado. La nominación de
Clavijo ha dinamitado el nuevo proyecto de Coalición Canaria y el avance hacia
el soberanismo por el que claman las bases. Sin salirse del Estado, pero
preparando el camino futuro para ello.
En Fernando Clavijo, hijo de independentista y
reconvertido por Ana Oramas, Ruano y Manuel Hermoso en “otra cosa” no caben
estos postulados. Y ha conseguido que el partido, al menos el 50% que controla,
regrese a las cavernas. ¿Se quedará quieto el otro 50% que apoya a Paulino
Rivero?
De todas formas, Clavijo tiene miedo, ahora que ha
sido elegido candidato, de no poder controlar a las islas, a las que ha
prometido todo el poder. Y es la promesa fácil la que lo puede llevar a un
fracaso electoral estrepitoso, máxime si, como así parece, y sólo en Tenerife
–veremos en las demás islas–, puede perder la Alcaldía de Santa Cruz, la
Presidencia del Cabildo de Tenerife, la Alcaldía de Arona, la del Puerto de la
Cruz y quién sabe si la de La Laguna, si CC no da con un buen candidato y el PP
sí.
Y es que aquellos polvos trajeron estos lodos.
Paulino Rivero es un líder, pero no sólo un líder sino un hombre de Estado. Un
político inteligente que ha controlado con mano firme un partido muy difícil de
llevar y un territorio insular muy complicado de conciliar. Su partido le ha
pagado no designándolo candidato a la Presidencia y lo va a lamentar.
Es cuestión de darle tiempo al tiempo. Fernando
Clavijo ha hecho promesas que no va a poder cumplir. Y las islas le van a pasar
una factura muy importante.
Publicar un comentario