POR: Máximo Blanco
La política económica, impulsada desde los
tiempos de Chávez, destinada a crear una economía estatista, con limitada
propiedad privada y controles de precios, ha venido frenando la inversión, la
producción y las exportaciones no tradicionales en Venezuela. El grito de “Exprópiese”, con que impulsaba el
eterno su política, fracturó la economía. Y esta situación, ha sido
agravada, en el curso de los últimos años, por la puesta en marcha de una
política fiscal expansiva, financiada fundamentalmente a través de la emisión
de dinero inorgánico y por un creciente endeudamiento público.
Como era de esperarse, estas orientaciones
políticas, en su conjunto, crearon una economía de puerto, afectaron el empleo
productivo, aumentaron la dependencia de la renta petrolera, generaron escasez
de bienes y servicios, produjeron sobre- valuación del bolívar, así como una
alta inflación que ha deteriorado el
salario real y ha afectado el nivel de vida de la mayoría de la población. Las
siguientes cifras corroboran lo anteriormente afirmado. La economía requiere,
aproximadamente, 40 mil millones de dólares para cubrir las importaciones.
Más
de 7 millones de venezolanos trabajan en la economía informal. El 95% de las
divisas provienen de las exportaciones petroleras. El PIB para el presente año
será negativo en 2,50%. Confrontamos una escasez promedio de más del 30%. La
inflación anualizada está ubicada en el
62%. El salario mínimo de 476 dólares bajo a $85. El 600% de los bolívares que
circulan son inorgánicos. La deuda pública ronda los 250 mil millones de dólares. El déficit
fiscal es del 15% del PIB. Las exportaciones no tradicionales que habían
aumentado al 30% bajaron al 5%. Se necesitan $ 14mil millones para cancelar la
deuda pública del presente año. Y las reservas internacionales rondan los $ 20
mil millones, con cuatro precios en su tasa de cambio.
Como es obvio, ahora cuando la vaca petrolera
no produce las divisas suficientes para,
entre otras operaciones, realizar las importaciones, pagar la deuda
pública, cubrir el presupuesto nacional, financiar el populismo y seguir con la
regaladera a otros paises, la economía está en crisis. Y frente a ella el
gobierno ha venido anunciando un paquete económico que solo busca ingresos
fiscales, apuntando hacia los bolsillos del pueblo, sin revisar sus errores,
sin eliminar el despilfarro que realiza al financiar a los gobiernos del Alba,
sin dejar de subsidiar empresas
estatizadas no rentables, sin fortalecer sistemas de control que frenen la corrupción,
sin corregir la hipertrofia laboral de su administración, y sin proponer
medidas que rectifiquen los desequilibrios macroeconómicos antes señalados.
De
tal manera que, si el contenido del paquete económico, como dicen, es reforma
fiscal, venta de CITGO, aumento de la gasolina, devaluación del bolívar,
reforma tributaria, incremento de los servicios públicos y mayor endeudamiento,
lo que está anunciando el gobierno es una gran tempestad.
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