Abdel Majet Abdel Bary presunto asesino del periodista estadounidense |
ANA
MELLADO/ABC.es/LONDRES. Su nombre es Abdel Majed Abdel Bary. Tiene 23 años y
procede de Londres. Esta es la identidad que manejan los servicios británicos
del principal sospechoso de decapitar al periodista estadounidense, James
Foley, en nombre del Estado Islámico (EI). Del hombre más buscado del mundo
durante los últimos días sólo se conocían sus ojos. Se ocultó bajo un traje y
una máscara negra para perpetrar una matanza que ha dado la vuelta al mundo.
Todo estaba preparado minuciosamente para no poder ser identificado. Se le
olvidó, en cambio, neutralizar su evidente acento británico con el que
pronunció su diatriba contra Estados Unidos y Occidente.
Este
pequeño detalle encabezó la exhaustiva investigación que ha conducido a una
posible identificación y ha puesto la lupa sobre la radicalización de jóvenes
británicos que profesan el islam. Los datos sobre el presunto verdugo de Foley
van saliendo con cuentagotas. Según revela el diario británico «Daily Mail», se
trata de un cantante de rap poco conocido al que los servicios secretos y sus
compañeros islamistas se refieren como «Jihadi John» (John el yihadista).
Su
plan de vida era ganar el máximo dinero posible en Siria para retirarse en unos
años y vivir plácidamente en Kuwait o Catar. Aunque en un principio se habló de
que el el yihadista creció en el este de Londres (donde residen miles de
musulmanes), hasta el año pasado vivió en su domicilio familiar del distrito
londinense de Maida Vale, al noroeste de la capital británica.
La
ejecución del periodista no sólo ha servido para poner de manifiesto la
cantidad de europeos que luchan en las filas del EI, sino también la relevancia
que han adquirido las redes sociales en la captación de jóvenes a través de la
difusión masiva de ideas radicales. Hace poco, «John el yihadista» colgó en
Twitter una imagen suya con una cabeza humana. La foto llevaba la leyenda:
«Pasando el rato con mi vecino o lo que queda de él.» Se cree que la espantosa
imagen que difundió fue tomada en Raqa, un bastión del Estado Islámico. Su
cuenta de Twitter «ItsLJinny» ha sido desactivada.
Recientemente,
publicó también en su perfil que los servicios secretos (MI5), a los que
califica de «kuffar» (en árabe, infieles), habían registrado la casa de su
familia. El principal sospechoso de decapitar a Foley sostiene igualmente que
su familia «no tiene nada que ver con esto, ni siquiera saben dónde estoy. No
vivo en casa desde hace años, paganos».
Cadena
perpetua
Ahora
bien, quizá su familia no está tan desinformada como él hace creer. El padre de
Bary, Adel Abdul Bary, de 53 años, fue extraditado a EE.UU. en 2011, donde se
enfrenta a una posible pena perpetua como sospechoso de ser uno de los
lugartenientes de Bin Laden en los albores de Al Qaida y como director de una
célula terrorista en Londres. También se le acusa de estar implicado en los
atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998.
Por
el momento, el Gobierno británico no ha confirmado la identificación del
yihadista, aunque el embajador en EE.UU., Peter Westmacot, declaró este domingo
que Londres estaba «muy cerca de identificar» al asesino.
Las
imágenes del asesinato han sido reproducidas una y otra vez, y su voz analizada
al milímetro con las últimas tecnologías. Un experto aseguró al diario «The
Sun» que los patrones de voz de Bary sonaban «idénticos» a los del hombre que
habla en el vídeo de la muerte de Foley.
Pero
el acento no es el único mensaje implícito que los investigadores han extraído
del vídeo. El diario británico recoge además que el mono de color naranja que
viste el periodista durante la decapitación se trata del mismo utilizado por
los presos en Guantánamo.
Bary
parece ser uno de los quinientos yihadistas que huyeron de Gran Bretaña para
unirse a los combatientes en Siria e Irak. Su identidad se correspondería con
el yihadista británico que lidera un grupo de británicos apodado como «The
Beatles», que se encarga de custodiar a los rehenes extranjeros. Por ese motivo
también se le conoce como «John el carcelero». Al parecer su figura fue
fundamental en la negociación de la liberación de once secuestrados turcos a
comienzos de este año.
Un
ex rehén del Estado Islámico contactado por «The Guardian», aseguró que el
verdugo John es un hombre «inteligente y educado», y muy radical: «Es un devoto
creyente de los principios islámicos».
Aunque
las imágenes de la decapitación han conmocionado al mundo entero, Reino Unido
en concreto vive ahora con el miedo de haberse convertido en un vivero de
yihadistas. El ministro de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, considera que el
supuesto origen británico del yihadista que presuntamente asesinó a James Foley
supone una «absoluta traición» a los valores del país. Hammond indicó que su
Gobierno está invirtiendo «recursos significativos» para erradicar lo que tildó
de «barbarie ideológica» y que, según señaló, podría amenazar al Reino Unido.
La ministra de Interior, Theresa May, reveló por último los planes para
redactar nuevas medidas legislativas con el fin de erradicar al extremismo
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