Una imagen de la finca de Robin Williams de 6.000 metros cuadrados |
ESPECIAL. Cuatro
meses antes de su trágica muerte, Robin Williams puso a la venta su casa en el
Valle de Napa. Una mansión llamada «Villa Sorriso», situada en las montañas
Mayacamas, de 264 hectáreas y que el actor trataba de vender por 22,4 millones
de euros. Esta es la última información que ha salido a la luz después de que
el pasado 11 de agosto se quitara la vida en su casa de Tiburón (California).
Según
la inmobiliaria Zillow, Williams ya intentó la venta de la residencia en 2012,
por 26 millones, pero la sacó del mercado ante la falta de compradores. La
finca cuenta con todo tipo de lujos: la residencia principal tiene cinco
habitaciones y seis baños completos, distribuidos en un edificio de 6.000
metros cuadrados. En el exterior destaca la gran piscina y un puente que
conduce a ella. El terreno dispone de bodega, casa de invitados, establos,
pista de tenis y siete hectáreas de viñedos.
Robin Williams |
El
paisaje que rodea «Villa Sorriso» es espectacular, ya que se encuentra entre el
parque estatal Sugarloaf Ridege y el valle de Sonoma. Williams habló de esta
operación inmobiliaria en una entrevista para la revista «Parade»: «Hay cuentas
que pagar. Mi vida económica ha encogido a mejor. Estoy vendiendo mi rancho en
Napa, porque ya no puedo mantenerlo más tiempo». El actor apuntaba a sus dos
divorcios como la causa de sus estrecheces económicas: «Un divorcio es algo muy
caro. Solía bromear diciendo que pensión alimenticia era sinónimo de “llévate
todo el dinero”, pero en realidad es “destroza su corazón gracias a su
cartera”. Me llevo bien con mis ex, aunque he perdido mi estilo de vida».
Pese
a estas declaraciones, la representante del actor ha asegurado que su cliente
no tenía problemas financieros: «Sugerir que Robin tenía problemas económicos
es sencillamente falso. Comprendo que la gente desee entender su muerte, pero
la mejor manera es ayudando a todos aquellos que sufren una depresión», ha
dicho a «US Weekly».
Williams
deja un patrimonio a sus herederos superior a los 75 millones de euros. Según
«Forbes», el malogrado actor redactó un documento llamado «Domus Dulcis Domus
Holding Trust» -«hogar dulce hogar»-, además de otro a nombre de sus tres hijos
en los que explicaba cómo distribuir su herencia. Aunque no hubiera fallecido,
los jóvenes recibirían su dinero cuando tuvieran 21 (Cody), 25 (Zelda) y 30
años (Zachary) respectivamente. Sin duda protegió a sus hijos ante cualquier
eventualidad, como también lo hizo otro malogrado actor: Philip Seymor Hoffman.
Derechos
de imagen
En
previsión de que la fortuna de Robin Williams aumentara tras su muerte, gracias
a royalties y derechos de imagen, ese dinero se quedaría en el fondo que él
mismo creó para sus hijos. Se trata de una cantidad importante, ya que a menos
de una semana de su suicidio la venta de sus películas se ha disparado hasta
convertirlas en número uno en portales como Netflix.
FUENTE: ABC.es
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