El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió un alto el fuego inmediato en el este de Ucrania para permitir una investigación "creíble" sobre el siniestro del avión malasio, y exigió a Rusia detener su apoyo a los prorrusos, a los que EE.UU. apunta como probables responsables del suceso.
Mientras el Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos continúan acusándose mutuamente del siniestro que dejó 298 muertos este jueves, Obama denunció la responsabilidad de Rusia en el conflicto que vive Ucrania y que ha desembocado en la "tragedia de dimensiones inefables" que supuso el derribo de la aeronave.
"Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire que fue lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia dentro de Ucrania", sostuvo Obama en una declaración a la prensa desde la Casa Blanca.
"Y sabemos que esos separatistas han recibido un flujo constante de apoyo de Rusia. Eso incluye armas y entrenamiento, incluye armamento pesado, e incluye armamento antiaéreo", alertó.
El Pentágono precisó poco después que tiene "pruebas muy sólidas" de que el avión fue derribado por un misil SA-11, un tipo de artefacto tan sofisticado que "es difícil creer que pueda ser utilizado por separatistas sin algún tipo de entrenamiento o apoyo de Rusia", según su portavoz, John Kirby.
No obstante, Obama destacó que "todavía no se conocen todos los hechos" y evitó responsabilizar del suceso al presidente ruso, Vladímir Putin; pero sí subrayó que Rusia ha "facilitado" la violencia que vive Ucrania desde hace meses y "tiene la capacidad de llevar a los separatistas en otra dirección".
Putin es quien "tiene el mayor control sobre esa situación (en Ucrania), y hasta ahora, al menos, no lo ha ejercido", denunció Obama.
"Y sabemos que esos separatistas han recibido un flujo constante de apoyo de Rusia. Eso incluye armas y entrenamiento, incluye armamento pesado, e incluye armamento antiaéreo", alertó.
El Pentágono precisó poco después que tiene "pruebas muy sólidas" de que el avión fue derribado por un misil SA-11, un tipo de artefacto tan sofisticado que "es difícil creer que pueda ser utilizado por separatistas sin algún tipo de entrenamiento o apoyo de Rusia", según su portavoz, John Kirby.
No obstante, Obama destacó que "todavía no se conocen todos los hechos" y evitó responsabilizar del suceso al presidente ruso, Vladímir Putin; pero sí subrayó que Rusia ha "facilitado" la violencia que vive Ucrania desde hace meses y "tiene la capacidad de llevar a los separatistas en otra dirección".
Putin es quien "tiene el mayor control sobre esa situación (en Ucrania), y hasta ahora, al menos, no lo ha ejercido", denunció Obama.
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