La velocidad de obturación de una cámara
fotográfica viene indicada en fracciones de segundos. Es decir, cuando
escogemos una velocidad de 500, estamos aplicando un tiempo de exposición de
1/500 de segundo. La luz llegaría al negativo o el sensor digital sólo durante
esa pequeña fracción de tiempo.
Cuanto mayor sea la velocidad (más grande
el número que escojamos en el dial de velocidades) más pequeño será el tiempo
de exposición. Si disminuimos o aumentamos en un punto la velocidad estamos
duplicando o reduciendo a la mitad respectivamente el tiempo de exposición. La
velocidad máxima de las cámaras réflex digitales suele encontrarse entre 1/2000
y 1/4000, aunque también se pueden encontrar cámaras con velocidades de hasta
1/8000.
Naturalmente, cuanto más alta sea la
velocidad, menor riesgo existirá de que la imagen no salga perfectamente nítida
a causa de la trepidación de la cámara (el enfoque es otra cuestión). Sin
embargo, con mucha frecuencia la elección de la velocidad está condicionada por
la cantidad de luz. Si fotografiamos en condiciones de luz escasa tendremos que
usar velocidades más lentas. En estos casos, si queremos congelar la imagen
tendremos que usar película rápida o aumentar la sensibilidad ISO en las
cámaras digitales.
Con un objetivo normal (50 mm en Paso
Universal o Full Frame) una velocidad de 1/125 es suficiente para evitar
vibraciones en la cámara. Velocidades menores, 1/30 o 1/60 requieren especial
atención en el mantenimiento de un pulso firme.
Cuando empleemos teleobjetivos deberemos
usar velocidades de 1/250 y mayores si no queremos o no podemos usar soporte.
Como regla, podemos emplear la velocidad inmediatamente superior a la distancia
focal. Por ejemplo, para objetivos de 200 mm usaríamos 1/250 (la velocidad anterior
es 1/125, aunque las modernas cámaras digitales permiten encoger fracciones de
punto, por lo que pueden ofrecernos 1/200), para objetivos de 400mm usaríamos
1/500.
Podemos
encontrar otros ajustes como "b" para exposiciones largas (el
obturador permanecerá abierto mientras presionemos el disparador).
Lo mismo que sucedía con la abertura del
diafragma, el resultado final de una imagen depende, en buena medida, de la
velocidad de obturación que escojamos, especialmente en la fotografía de acción
o con motivos en movimiento.
Bachilleres:
Yucleidith Sumoza. C.I. No. 24.344.979
Estefani Valencia. C.I. No. 24.971.551
Sección 6

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