Por: Delvia S. Díaz
Muchos jóvenes en Venezuela ingresan, años tras años a
las instituciones de educación superior para estudiar las carreras que le
gustan, y asi capacitarse para el desarrollo de un trabajo especializado que
garantice su sustento diario y su núcleo familiar, además de contribuir con el
proceso sostenido de la sociedad donde se desenvuelven.
Sin embargo, la formación universitaria de un gran
numero de estos jóvenes se pueden ver afectados por factores externos, entre
ellos el cambio de domicilio de una ciudad a otra, pues como ya es conocido,
las universidades mas importantes del país solo se encuentran en las grandes
ciudades como Caracas, Valencia, Mérida, Maracaibo, Maracay, entre otras. Por
lo cual los jóvenes que viven en el resto de la nación deben mudarse a estas
ciudades si desean estudiar en dichas instituciones.
Lo antes señalado, es el punto de partida para
plantear una problemática que se presenta en la educación superior en Venezuela
y hasta el momento parece no ser tratada, y que se relaciona con los efectos
que tiene el cambio de ciudad en los estudiantes que ingresan a esta educación.
Pues para nadie es un secreto que cuando alguien se aleja de un entorno
cotidiano (familia, amigos, comunidad, pareja), pueden tener comportamiento
extraños, con manifestaciones de estrés, ansiedad, desanimo o angustia, los
cuales son dañinos y perjudiciales para quien cumple el rol de estudiante
universitario.
Es por ello, que las instituciones de educación
superior en Venezuela deberían tener programas para atender aquellos
estudiantes que provienen de ciudades diferentes donde se encuentran la
Universidad y así ayudarlos en su proceso de adaptación, de forma tal que se
conviertan en estudiantes exitosos en la carrera que estudian.
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